Rececho del rebeco

Rececho de rebeco: ¿cuáles son los mejores calibres?

Los rebecos o sarrios son una especie conocida y muy valorada por todos los cazadores al encontrarse presente en numeroso puntos del planeta. En España es una de las más bonitas y es posible encontrar algunos cotos específicos para ellos.

El rececho de rebeco es la modalidad estrella en la caza de alta montaña, tanto por lo desafiante que resulta como por la posibilidad de disfrutar de paisajes espectaculares, lo que permite al cazador disfrutar una jornada muy emocionante. Nada puede compararse con un rececho de rebeco, la grandeza de la montaña, donde se oyen hasta los silencios, donde el animal y el cazador libran una batalla en igualdad de condiciones. Caza en estado puro.

Por lo general, suele desarrollarse en zonas de buena densidad y calidad, donde es fácil encontrar rebecos de trofeo. En estas zonas, lo normal es que en un día corriente haya más de cien ejemplares. La provincia de León, especialmente la Reserva de Caza de Riaño, Mampodre y los Picos de Europa es la mejor región de España para esta modalidad cinegética. Aunque también destaca la zona del Pirineo.

Eso sí, hay que tener en cuenta que la caza del rebeco no es tarea sencilla, ya que se trata de un animal que no permite que nos acerquemos demasiado. Además, es necesario que el cazador posea una buena condición física y destreza con el arma.

¿Cuáles son los mejores calibres para el rececho de rebeco?

El rebeco es un bóvido que suele pesar alrededor de 35 kg y que mide como máximo 80 cm de altura. Un animal pequeño pero con la vitalidad de una cabra, por lo que es aconsejable utilizar cartuchos de potencia media con proyectiles entre los seis y los siete milímetros de diámetro y que cuente con una energía entre 1.500 y 3.000 julios a los 100 metros. Hay que tener en cuenta que en las Reservas de Caza el calibre mínimo que se establece es de seis milímetros.

Actualmente, podemos encontrar en el mercado un amplio abanico de cartuchos que encajan con estos requerimientos, algunos más populares que otros en función de los años y de las tendencias del momento.

  • Americanos: existen algunos cartuchos de procedencia americana que han ido cobrando cada vez más importancia en el mundo de la caza de alta montaña y que se han extendido, de forma progresiva, por todo el planeta. Es el caso, por ejemplo del pequeño .243 Winchester, el clásico .270 o el todoterreno 7 mm. Remington Magnum, hasta llegar a los más extremos y eficaces, como el .270 Winchester Short Magnum.
  • Europeos: también hay algunos cartuchos centroeuropeos que, aunque se van utilizando cada vez menos, pero que se siguen usando en los siguientes casos: 6,5×57, 6,5×65, 6,5×68, 7×57, 7×64, etc.
  • Otros calibres: existen algunos cartuchos como el 6×62 Frères, .257 Weatherby Magnum o 6,5×284, que combinan sus magníficas propiedades balísticas para la dificultad que conlleva encontrar munición comercial de los mismos, teniendo que recurrir en la mejor de las situaciones a la recarga de la cartuchería.

 Todos estos cartuchos son ideales para abatir al rebeco de manera ética y eficaz, es decir, con una muerte limpia y sin ocasionar un sufrimiento innecesario al animal. Son bastante fáciles de disparar debido al escaso retroceso que poseen, lo que permite una mayor relajación y proporciona una mayor comodidad al disparar. Al no estar pendientes del culatazo que va a pegar el rifle, desaparecen incluso los gatillazos, mejorando de este modo la puntería. Además, hay que mencionar que este tipo de calibres poseen un magnífico rasante, lo que se agradece a la hora de hacer disparos más largos.

Para elegir uno de ellos, lo primero que tenemos que hacer es ver cuáles están disponibles para nuestro rifle. En estos cartuchos podremos usar distintos tipos de proyectiles con pesos que oscilarán entre los 100 y los 150 grains. Es muy importante elegir bien el tipo de proyectil.

Para la caza del rebeco podemos utilizar desde diseños tradicionales de punta blanda con plomo o plástico hasta los más actuales de doble núcleo o incluso los proyectiles monolíticos de cobre, que son completamente seguros y con los que se aprovecha mucho más la carne. Los que no deben usarse jamás para la caza del rebeco son los proyectiles blindados. Eso sí, ten en cuenta que con los proyectiles monolíticos de cobre es posible efectuar cinco disparos en vez de los tres reglamentarios con los que contamos si usamos cartuchos de plomo.

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